Estimados
directores y profesores de ________:
Me siento muy feliz de trabajar en _______. Me conforta aprender
y colaborar con maestros tan valiosos y enamorados de su profesión. Me alegra y
motiva ser parte de una escuela con valores y que me permite un aprendizaje
constante. Por ello, hoy, tengo la plena confianza de expresar mi
desacuerdo sobre el regalar peces a nuestros alumnos.
Mis
razones son las siguientes:
1.-
Los peces son animales que viven en el mar, en los majestuosos océanos y que
nadan entre coloridos y brillantes arrecifes de coral ¿Acaso no es hermoso
verlos así? Incluso cuando tenemos la oportunidad, como maestros, de referirnos
al hábitat de los animales; señalamos el profundo mar azul como el hogar de
estos bellos seres vivos.
2.- Considero
que aquello que puede comprarse son las cosas. Lamentablemente, las personas
que viven de la esclavitud también son consideradas cosas porque son adquiridas
sin importar su opinión y sentimientos. Evidentemente los animales no
pueden confirmarnos o negarnos información, pero ¿No es la naturaleza la
que les ha dado aletas para nadar largos kilómetros? Sólo las cosas y
lamentablemente los esclavos tienen un precio; un animal no es lo uno ni lo
otro.
3.-
Imaginen por un momento ser un pez: nadar en una pecera una y otra vez los 365
días del año. Comer algo que no es de tu agrado. No poder disfrutar de la
libertad. Ser separado de tu familia. Perder tus habilidades e inteligencia
para conseguir tu alimento. Simplemente dejar de ser pez y convertirte en
esclavo dentro de una pequeña pecera; cuando antes podías ser suavemente
arrastrado por las olas, refugiarte en los corales, y disfrutar de tu vida con
plenitud.
4.-
Hemos fomentado, como maestros, el respeto al planeta, pero el regalar animales
para hacerlos responsables es una idea errónea. Los niños están para que los
cuiden ¿Acaso no somos nosotros quienes les pedimos que no corran por los
pasillos o que coman despacio? ¿Por qué? Porque son niños de primaria. Son
pequeños que están aprendiendo a cuidarse a sí mismos. No podemos experimentar
con la vida de seres vivos para enseñar a otros la responsabilidad, pues una
vida es única e irrepetible.
5.-
¿Estamos seguros de que todos los peces obsequiados vivirán sin el menor daño
posible? Algunos niños y padres ignoran la temperatura del agua, el alimento y
tamaño de pecera que necesitan. Incluso con el tipo de peces que pueden convivir
(es evidente que necesitarán compañía porque son seres sociables). No me
gustaría imaginar una escena triste para un niño en la que pierde a su pez como
compañero. Es un daño psicológico que tardará en sanar. He visto alumnos
llorando y estando tristes por semanas enteras por la muerte de su perro o
gato.
6.-
Un animal como regalo es obligar a un menor de edad a recibirlo ¿En realidad él
lo deseaba? ¿Sus padres están dispuestos a darle tiempo para cuidarlo? ¿Tienen
dinero para comprar una pecera, alimento, pagar veterinario, comprar
accesorios? Recordemos que algunos alumnos son becados.
7.-
Organizaciones defensoras de los animales tanto nacionales como internacionales
coinciden en que los únicos animales que disfrutan de la compañía del hombre
son los perros y gatos. Estos gustan de ser acariciados, paseados y alimentados
por el hombre, incluso cuando terminan en las calles no sobreviven. La mayoría
incluso se deja morir de tristeza, quizá los gatos son más independientes; pero
son ideales para vivir en familia. Un pez, una tortuga, araña o víbora merecen
estar en su hábitat. No condenemos a estos animales a vivir como prisioneros.
Si 8 de cada 10 animales regalados o comprados terminan en el abandono, en el
olvido, atropellados, muertos en el antirrábico. ¿Qué pasará con estos peces?
No me gustaría pensar que alguno terminara en la basura, regalado a otra
familia, muerto o incluso dentro de una licuadora. Seguramente sí, habrá niños
que cuidarán a su pez hasta que termine su ciclo de vida, pero ¿Y si no?
Estamos experimentando en una vida, la cual es única e irrepetible.
Por
favor, maestros, no enseñemos a nuestros alumnos que la vida se vende, se
compra, se desecha o que está a nuestro servicio. Si queremos que, nuestros
alumnos, amen su planeta y todo lo que habita en él, invitémoslos a ser
voluntarios y que paseen un perrito de refugio, a ser solidarios y donar alimento
para perros y gatos rescatados del abandono o maltrato. Creemos en ellos la
semilla de la adopción de animales: Millones de perros y gatos buscan familias,
mientras la gente compra seres vivos como si fueran objetos. Incluso, podemos
contactar a una asociación para que les dé una plática sobre la importancia de
cuidar a todos los seres vivos.
Escribo
esta carta con el mejor objetivo posible: Que mis compañeros profesores lean
mis palabras con cariño y como una crítica constructiva. Los respeto y aprecio.
Deseo seguir aprendiendo de ustedes. Mostremos a los niños el ser compasivos,
amorosos y solidarios con los animales a través de métodos que incrementen su
sensibilidad, no regalándoles seres vivos (estoy segura que ellos aprecian más
algo que hagamos con nuestras manos y dedicación). Sin duda cuando nuestros
estudiantes crezcan, serán seres bondadosos con toda forma de vida y harán de
este mundo, un sitio habitable para todos porque los animales no nos
pertenecen; simplemente compartimos el mundo con ellos. Seamos paz y armonía
con ellos.
Incluyo la fuente de información: http://www.animanaturalis.org/817y
algunos datos duros
“Aproximadamente
el 95%de peces de mar que son vendidos en tiendas de mascotas provienen en su
mayoría de las aguas alrededor de Indonesia, Filipinas, Fiji y otras islas del
Pacífico(2). Los recolectores rocían los arrecifes de corales con cianuro, el
cual es ingerido por los peces que viven ahí y, tal como lo reportan en la
Publicación Científica Americana: "La asfixia resultante atonta a algunos
peces y a otros les produce espasmos, lo que los hace fáciles de agarrar con
redes o a mano" (3). La mitad de los peces afectados muere en los
arrecifes, y 40%de aquellos que sobreviven inicialmente al envenenamiento,
mueren antes de llegar a las peceras (4). El cianuro también mata a los
arrecifes de corales y biólogos marinos
lo califican como uno de los grandes peligros en las aguas del sureste asiático
(5)”.
Atte:
Miss Elena Díaz (elena.morado6@gmail.com)
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