lunes, 7 de octubre de 2019

OPINIÓN: ANIMALES DE COMPAÑÍA ¡MALTRATO DE FAMILIA!


Por Elena Morado

@Elena6Morado

Hace algunos años la gente tenía más hijos que perros, ya que era muy raro coincidir con un dueño que paseará a su can. Sin embargo, no quiere decir que estos animales no existieran, lo que sucedía es que no eran visibles con sus responsables. La realidad ha cambiado: En mi experiencia como citadina de una unidad habitacional, ahora hay muchísimos vecinos con animales ¿Cómo lo noto? Ladridos desde las 8 am, campo minado de heces, perritos sin correa vagando en soledad y llamadas de vecinos a la perrera para que se lleven a los que no tienen dueño. Además, ya en varias ocasiones los medios de comunicación han dedicado varias notas informativas a acontecimientos violentos en los que las víctimas son menores de edad, adultos responsables (pasean a su animal con correa) y perros de dueños irresponsables (ausentes y perezosos porque no llevan a sus animales sujetados). Te comparto algunos casos:







¿Y los problemas? ¿Por qué nos afectan?

Mi perra y yo hace años fuimos víctimas de la torpeza, irresponsabilidad y pereza de quienes confían que sus animales son “más inteligentes que Yoda” y los dejan vagabundear. Un clásico: El perro sin correa se abalanzó a Mafer (mi perrra) y la hirió de gravedad. Fue un día terrible para ambas, más para Mafer, pero afortunadamente sobrevivió. Obligué a los dueños ausentes a pagar curaciones, sin embargo, siguieron paseando a su animal sin correa, el cual volvió a atacar a otros perros e incluso a niños. Lo lamentable es que ni las autoridades ni vecinos, ni padres o madres de familia me apoyaron a presionar a los dueños a sacar a su perro con correa. Y es que donde vivo varios son los casos de perros envenenados y atropellados, y con frialdad sus dueños consiguen otro para minimizar su tristeza y dolor (no el del perro fallecido, sino la de los humanos).

Perros sin correa:


Es lamentable que mientras vemos películas y videos en los que los perros y gatos dan todo su amor, nos hacen reir y nos protegen; los humanos no correspondamos en ofrecer lo básico: seguridad para los que queremos. En varias ocasiones, he sido testigo de humanos jalando y arrastrando a sus animales como si se tratara de una cobija; otra, dueños furiosos repitiendo sin descanso ¡Ven aquí, no te alejes! ¡Regresa! ¡Te estoy hablando! ¿Y el perro? Sin correa.

Ante esto, me pregunto sin tener respuesta alguna:

¿Para qué tener can si detestamos salir por las mañanas? ¿Para qué aferrarnos a un perro o gato si en cuanto lo paseamos odiamos llenar las manos ocupadas? Si preferimos usar el celular ¿Para qué añadir un integrante más a la familia que necesita supervisión si no podemos ofrecerla? Me aterra lo insensibles que podemos ser con los indefensos.

Imagen de Pinterest 

Gatos con disfraz:

La gran popularidad de animales portando disfraces o accesorios es evidente. Tan sólo revise los “Me gusta”, número de vistas o el conteo de “compartir publicación” y pasan de 2 mil veces. ¿Por qué? Porque estos videos nos parecen adorables y simpáticos, pero ¿Y los animales les gustará tener una sesión de fotos de más de 20 minutos con un traje caluroso encima? A los gatos que son tan delicados ¿Gustarán de andar con accesorios estridentes por más de una hora sólo para ser populares en redes sociales? Definitivamente no. 

Y es que hay una gran diferencia entre disfrazar a nuestro compañero peludo y tomarle unas cuantas fotografías o tomas (de vez en cuando). Hacerlo parte de una dinámica para ganar popularidad hasta encontrar la perfección del video, me parece inaguantable (hasta si yo fuera felino doméstico). Simplemente sería estresante. No suficiente con ello, los humanos hemos encontrado formas de quitarle lo “animal” a los perros y gatos: pintando sus uñas, paseándolos en carreolas o aplicar aerosol su pelaje. ¿Acaso no amamos a los animales precisamente porque no se parecen en nada a nosotros?

Acepto que alguna vez disfracé a mi perra, sin embargo, ella me hacía entender que odiaba los moños colgando de sus orejas o la tela que le añadía peso y cubría los orificios que estaba acostumbrada a que le olfatearan. Era un animal, y yo no estaba dejando que se portara como tal: Moños nunca le puse y trajes sólo para cubrirla del frío. Por favor, escuchemos: Seamos más animales, generemos empatía por quienes nos cuidan y acompañan.

Animales como humanos: Comen, duermen y miran celulares.

Mientras muchos cibernautas reían por el evidente uso adictivo de una pareja de monos a una pantalla de celular, me preguntaba ¿Por qué esos animales no están balanceándose en las ramas?

En este apartado quiero subrayar que me refiero a animales que son obligados o adiestrados a comer en la mesa (con sus humanos), a dormir con pijama y en pequeñas camas a su medida (como los humanos) o a jugar con el celular. Pareciera que, como dueños, deseamos no invertir nuestro tiempo para educar en lo importante: Animales equilibrados cognitivamente, activos mentalmente (jugando al escondite) o mentalmente pacíficos (aquellos que no ladran enérgicamente ni enloquecen cuando ven a otro perro).

¿Por qué mientras nos parezca cómico lo que hacen los animales, sin importar que se ponga en riesgo su vida cotidiana, no lo consideramos maltrato? ¿Por qué sólo si vemos sangre y agonía en un animal nos parece ofensivo? Y es que los actos que he señalado con anterioridad se convierten en aceptables porque ocurren desde el entorno familiar día tarde y noche; así que han dejado de ser observables y criticables. 
Imagen de Pinterest 

Finalmente, reflexionemos porque no se trata sólo de nosotros y nuestro animal de compañía. También se trata de los demás y de los otros animales de compañía con los que compartimos un tiempo y un espacio. 

Me pregunto ¿Quiénes más serán las víctimas en un entorno enfermizo al que no aceptamos al otro tal y como es? 

domingo, 7 de julio de 2019

FALSA IDEA: LOS NIÑOS Y NIÑAS DEBEN TENER ANIMALES DE COMPAÑÍA PARA QUE SEAN RESPONSABLES

Por Elena Morado

@Elena6Morado

Son incontables las veces que he oído, por expertos e inexpertos en el tema de desarrollo infantil, la falsa idea acerca de que los infantes deben tener animales de compañía a su cargo para que sean responsables. Y lo admito: Me enfurece la difusión y aceptación de dicha falacia.

Sin embargo, debo anotar mis razones por las que la idea sobre dar “mascotas” a niños para hacerlos responsables me parece desatinada e irresponsable por quien la emite. En este caso, baso mi opinión de acuerdo a la entrevista que transmitió en televisión la casa productora TV Azteca al especialista en desarrollo infantil, Doctor Antonio Rizolli. Dicho segmento del programa podrán hallarlo en el sig. enlace: 

https://www.facebook.com/AztecaNoticias/videos/319143085693842/UzpfSTE2MjQ3NDQ5OTQ6MTAyMTc1MzIwNzU4NDY4MjM/?comment_id=10217535791979724&notif_id=1562421713621276&notif_t=feedback_reaction_generic


Rizolli asevera:

1)       “2 grandes problemas que tenemos hoy con los niños son: 1) El que sean responsables de sí mismos; la otra es que entiendan cuál es su rol y su papel, y entiendan que hay alguien más aparte de ellos (en especial si son hijos únicos). Para ello puede ser una gran idea tener mascotas”.

Para integrar un animalito debemos pasar por un proceso, una reflexión para ser honestos con nosotros. Son pasos, no decisiones impulsivas como: Hoy me desperté con ganas de darle a mi hijo un perro porque él no es responsable. No termino de entender por qué le exigimos a los menores de edad ser responsables, es más nos preocupamos si no llegan a asumir la responsabilidad entera en su persona y, sinceramente, es preocupante porque no la obtendremos: Las emociones, valores y hábitos están en desarrollo. Lo mismo sucede con padres y madres de familia que se preocupan porque su hijo no es juguetón o no es lo suficientemente alegre. Sucede que todo este cúmulo de aprendizajes está en un proceso de exploración que el menor descubre, inventa y reinventa. Una cosa es ayudar a los niños con los que convivimos a que desarrollen la responsabilidad el hábito de tender su cama desde temprano ¿Cómo les ayudo? Haciéndolo yo como adulto con mi cama porque los niños y niñas también aprenden por imitación (habrá tropiezos porque la responsabilidad no la obtendrán en su totalidad, sino que se definirá y trabajará por la paciencia y perseverancia del adulto).  Así que habría que preguntarnos como familia: Si mi hijo aún no tiende su cama, no prepara sus útiles escolares o no lo quiere hacer ¿Estoy listo para integrar un perro o gato? Yo creo que no.

2)        Con una mascota aprendo (refiriéndose a los niños) que no toda la atención puede ser para mí y que tengo que tomar en cuenta cómo se siente (refiriéndose a la mascota)”

Ahora, el especialista, hace hincapié en la importancia de que los menores de edad reconozcan que no son únicos en su familia.  Mal consejo señalar que esa es otra razón para darles un animal de compañía ¿Por qué? Porque si queremos despertar en los pequeños la consideración del otro, trabajemos la empatía y la solidaridad ¿Cómo? Vayamos de fin de semana a un albergue canino en donde se refugia a animales que sufrieron maltrato y abandono, y será una excelente oportunidad para sensibilizar a la familia ayudando a quien lo necesita. Me parece más atinado porque no cargamos con una responsabilidad de más de 10 años, sino que trabajamos el hábito de, al menos una vez al mes, de limpiar los pisos de una habitación que no es mía, donar alimento, bañar a otro, caminar y regalar tiempo. Es una buena manera para experimentar (sin probar con el animalito en sí) si todos los de mi familia somos responsables y podemos asumir dicha costumbre.

3)       “Las mascotas no son juguetes; es decir no lo voy a poner para que el niño o la niña haga lo que quiera con ellas”.

Me pareció muy desatinado que una entrevista de, no más de 10 minutos, abarquen un tema tan delicado. Es una forma irresponsable de hacerlo porque, estoy segura que Rizolli no tuvo la intención de quedarnos con la idea de dar animales a diestra y siniestra cuando un niño te lo pide; sin embargo, sus aclaraciones se vuelven confusas y desinformadas. Lo ideal hubiera sido invitar también a un rescatista de animales domésticos o a un etólogo para que abundara en las responsabilidades que la familia asume si desean integrar a un perro o gato porque, en definitiva, la primera pregunta que hace un rescatista a una familia interesada en adoptar es ¿Todos los integrantes están de acuerdo? Si es negativa, no son aptos para adoptar ¿Por qué? Porque los animales son seres vivos, no cosas ni regalos; así que TODOS deben asumir la responsabilidad de cuidarlo, protegerlo, sanarlo, aunque haya peleas, separaciones, divorcios o malos entendidos que afecten a la familia para no quedar en desamparo.


El conductor, Jorge Zarza, cuestiona ¿Cuál es la ideal según los médicos?

¿Médicos recomendando razas de animales para acompañar a los niños? ¿Y los etólogos y los protectores y rescatistas de animales qué opinan? Ya es bien sabido que las razas de animales se definen por energías (tomando en cuenta también a los callejeros). Me pareció acertado que la conductora Vaitiare Mateos interviniera y hablará de la adopción en lugar de la compra, sino lo hubiera hecho, creo que hubiera sido un dato olvidado; ya que se hablaba mucho de “dar” (así como se dan las cosas).

Percibí que el especialista se hallaba nervioso e incapaz de contestar a las preguntas, a mi parecer no dominaba el tema. No lo culpo, pero es que hablar de temas que implican animales para acompañar a los niños como una forma de hacerlos responsables no es su ámbito. Rizolli tartamudea, sus movimientos en manos son torpes y su habla tropieza una y otra vez. Puedo asegurar que no estaba preparado para las dudas que se hicieron en el estudio.

4)       Digamos: “El pez beta fallece en la noche, al otro día le dices: ¡Ah, no está! Le estamos cambiando el agua. Consigues uno similar y se lo pones: ¡Ay, está más grande o se encogió! El objetivo es que el niño sienta que hay algo ahí, y no añada una pérdida adicional”.

Uno de los errores más comunes que he escuchado y es llevado a cabo por los adultos: Mentir. Y es que menospreciamos la inteligencia del otro ¿Por qué no confiamos en los niños y niñas? ¿Por qué tememos hablarles con la verdad? ¿Por qué creemos que no son capaces de hablar y aceptar que todos morimos? Si seguimos ocultándolo, la importancia y cuidado de la vida seguirá en el olvido. Centenas de casos protagonizan la muerte de animales por descuidos, accidentes y por voluntad de los humanos (menores de edad y adultos que torturan y matan animales por diversión y placer).
Queremos que los niños y niñas sean responsables, pero los adultos no los somos al no responsabilizarnos de iniciar una plática sobre el deceso, y al no informarnos sobre el tema de la muerte (habiendo montones de títulos literarios para infantes sobre el tema). Lo propio sería, si el tema nos incomoda o nos sentimos in y hemos pasado por un hecho desafortunado de esta índole, recurramos a terapia familia ¿Por qué obligamos y responsabilizamos a los animales a resolver duelos internos, propios de los humanos?



5)       “Los peces pueden ser una buena idea para los niños a partir de los 4 años en adelante para estarlos viendo, las burbujas relajan”

¿En serio? Es terrible estar a favor de secuestrar animales para encerrarlos en un sitio que nada se asemeja a su hábitat natural sólo por el mero capricho de beneficiarnos con su estrés y agonía por no estar con los suyos ¿Será posible relajarnos viendo a otro pasar el resto de su “vida” atrapado en una pecera sin poder escapar? A menos que ignoremos que estos animales son infelices y viven menos años al apropiarnos de ellos como “mascotas”, entonces sí podremos relajarnos. Hay una contradicción tremenda cuando el especialista Rizolli habla de mostrar a los infantes que los animales comparten las mismas necesidades de atención ¿La única forma de evidenciarlo es capturar a alguien que quería seguir viviendo en el mar y recorriéndolo a distancias inimaginables? Es absurdo.

Si queremos verdaderos momentos de relajación para nuestr@s hij@s, hay muchas otras formas más saludables, certeras y, desde luego que no implican maltrato a los animales. Por ejemplo: Sesiones de 10 minutos de lectura en voz alta de cuentos de relajación para niños, niñas y adolescentes; tejer, colorear un mandala, observar por la ventana mientras se toma una bebida (recomendable un té), escuchar música de relajación, meditar sobre un zafu y hasta conversar sobre nuestras dudas existenciales.



6)       “Cuando ya un niño camina, come y habla” ya puede hacerse cargo de una mascota para ampliar responsabilidades. Yo lo hago, pero tú lo haces conmigo".

Reitero: Como adulto tengo que ser muy honesto y capaz de saber que el perro o gato que yo decida hacer parte de mi familia, los adultos seremos los responsables de su bienestar porque la mayoría de veces, sobre todo para un infante tan pequeño, se negará a hacerse cargo del animal, y éste no puede quedarse sin comer, sin pasear, sin atención veterinaria, sin ser bañado ¿Quién lo hará? Los adultos de la familia. Si no estamos convencidos de tomar la responsabilidad completamente (aceptando que el infante será un apoyo), mejor optemos por procrastinar la decisión de adoptar un perro o gato porque no podemos experimentar con una vida; ya que en muchos casos, dichos animales terminan en la calle o hasta en las perreras (llevamos por sus familias) aún sabiendo que los sacrificarán con una muerte lenta y dolorosa.

2)       “Tener una mascota, para adolescentes, es una buena motivación para salir a caminar, salir a pasear y no estás pegado a la tecnología”.

No debemos olvidar que los infantes necesitan ser atendidos y si queremos que olvide por un momento la tecnología (me refiero al uso del celular), lo ideal es ofrecerle algo más atractivo, bello y trascendente (no la obligación de cuidar a otro ser vivo). La mayoría de las veces, decidimos soluciones rápidas en las que la responsabilidad no recae en nosotr@s porque ello implica estudiar, ensayar, equivocarnos y frustrarnos (y esto me gusta porque los incomodados seremos nosotr@s, no un tercero). Así que la mejor forma de contagiar conocimiento, valores y hábitos con niños y niñas es interactuar con ellos; si les damos un animal de compañía el contacto con los adultos seguirá siendo escaso.

¿Y qué hubo de bueno para los animales en la entrevista?

Muchas aseveraciones, pero lamentablemente poco justificadas e informadas. El especialista también reafirmó la importancia de la de adopción de animales que buscan una segunda oportunidad. Añadió que los animales tienen instintos y que no atacan por maldad, sino para defenderse (sobre todo cuando reciben muchos e insistentes estímulos que lo hartarán y responderá con agresividad). Recomendó: Si tu hijo quiere y respeta a los demás, el tener un perro es una buena decisión.  

Además, señaló que si deseamos un integrante más en nuestro hogar hay que preguntarnos ¿Por qué lo queremos? ¿Qué necesitamos que nos hace desear un perro o gato? También, vagamente, declaró que los adultos supervisarán que los menores de edad hagan lo que les toca como: recoger las heces, limpiar la zona del animal, pasearlo o bañarlo. Yo añado: Prepárate cuando el niño o niño no lo quiera hacer, se le olvidé o no pueda ¡Tú lo tendrás que hacer!

Mis conclusiones

No estoy en contra de que tengas un animal de compañía, de hecho, a los animales les beneficia que sean adoptados porque se vaciará un lugar en un albergue, no habrá un animalito más sufriendo en la calle el abandono o maltrato y tendrá un techo y familia. Lo que hay que destacar es la idea errónea de obligar a los infantes a responsabilizarse de otro ser vivo que necesita la misma atención, cariño y cuidado que él. Simplemente, empecemos por asumir nosotr@s la responsabilidad de lo que decimos y hacemos. Me preocupa mucho que Rizolli esté manifestando estas 7 aseveraciones que enumeré en su consultorio con sus clientes. Ojalá se tome el tiempo (del cual no dispuso en el noticiario) para informar a grandes rasgos sobre las ventajas y desventajas de integrar animales de compañía. Yo lo invitaría a sólo considerar perros y gatos; el resto de animales debe disfrutar de su libertad. 



¿Por qué me tomo tan en serio este tema? Porque, la mayoría, desconocemos cómo viven los animales y cómo los condenamos a vidas tristes y solitarias. Te invito a revisar la siguiente nota informativa porque los animales callejeros no pertenecen ni aparecieron en las calles o albergues por arte de magia (si bien les va, algunos están en albergues donde la capacidad de refugiados se ve sobrepasada). Están ahí por dueños irresponsables e insensibles que decidieron abandonarlos porque dejaron de ser cachorros, porque mordieron o hicieron travesuras, y porque consintieron a niños pequeños (habrá que reflexionar: Si mi hij@ quiere un perro o gato ¿Qué busca o quiere realmente? ¿Quiere cuidar a alguien o quiere atención y por eso insistente con obtener un animal?). No dudo en que los menores de edad sean hábiles para amar y cuidar a otro, pero su responsabilidad está en desarrollo y no lo obtendrán con una vida delicada y tan exigente como un animal de compañía. 


 Por eso debemos tomarnos muy, muy en serio tener otra vida a la cual cuidar por mucho tiempo.


domingo, 26 de mayo de 2019

OPINIÓN: EL ACOSO SEXUAL EN OPINIÓN DE QUIEN LO SUFRE.


Por Elena Morado

@Elena6Morado

Es bien conocido y usado el acoso u hostigamiento a la mujer (no hablaré de ello) sino de las respuestas que han surgido en mí a partir de comentarios de cibernautas masculinos que se han popularizado por el hecho de obtener cientos de “Me gusta” en Facebook. Y es que, la mayoría de quienes justifican y minimizan el acoso lo hacen desde su masculinidad (imaginando o fingiendo ser la víctima, pero muy pocas y contadas veces lo han vivido). Recordemos que las féminas (siendo aún niñas) lo padecemos a diario con vestido, pijama, pantalón, con o sin maquillaje, en temporadas de frío o calor, de noche o de día, solas o acompañadas ¡¡En todo momento!! Incluso, ya con tanto miedo e incomodidad encima (no es costumbre), nos anticipamos: Este vestido no podré usarlo hoy porque pasaré por donde hay montones de viejos que me molestarán, no podré vestir pantalones cortos, aunque tenga mucho calor, porque mis piernas estarán al descubierto y seré invadida por decenas de desconocidos que me abordarán con señalamientos hacia mi cuerpo.


Es por ello que decidí argumentar algunos de los comentarios más absurdos, injustos y populares que he leído ¿Los autores? Usuarios de Facebook en videos sobre víctimas de acoso sexual en cualquier parte del planeta. Empecemos:


1) Las mujeres se quejan del acoso de los feos porque si viene de un hombre guapo ellas le llaman “halago”: Este comentario es tan injusto sobre todo porque considera a la mujer a ser obligada a no decidir si desea o no continuar con aquel incómodo momento. Y es que los hombres acosadores son los únicos que creen que tienen derecho a elegir (deciden molestar a quien les parece atractivas y les gusta ¿no?) ¿Por qué la mujer no puede decidir si quiere agradecer o no a quien tuvo la iniciativa de llamar su atención?

Debo agregar que, la mayoría de acosadores, son tan cobardes que cuando te dicen algo lo hacen rápido para después ocultarse ¿En qué momento podríamos ver las mujeres si éste “valiente caballero” es guapo o feo? Creo que nunca.

Reafirmo los hombres acosan a cualquier mujer sin importar cómo vaya vestida, su posición económica o edad (Pareciera que los acosadores no tienen control de calidad ¿Por qué les molesta a éstos que las mujeres sí podamos seleccionar a quien nos gusta y a quien no? Y es que ahora hasta somos culpables de disminuir su autoestima. Otra vez les aterra que la mujer tome el control de la situación, siendo que para nosotras no habría algo erróneo en coquetear con un guapo (Después de tantas injusticias y humillaciones que padecemos) ¿Qué hay de malo que quiera corresponderle a un hombre que me gusta’ Finalmente, él tuvo la iniciativa de hablarme ¿O no? 

2) Si a todas las mujeres “molestamos” deberían estar agradecidas: Tan sólo quienes defienden o justifican el acoso deberían hacer memoria ¿Cuántas veces UNA MUJER los ha incomodado? ¿Cuándo UNA MUJER les ha faltado al respeto? Seguramente no es a diario, seguramente se reduce al sustantivo “MUJER” (¡sí, en singular!); mientras que nosotras los señalamos en plural: ACOSADORES. ¿Cuántas denuncias hay como evidencia de que las mujeres vamos más allá del acoso? ¿Cuántas mujeres han violado a un hombre? ¿Cuántas chicas han bajado los pantalones a un chico mientras camina en una zona pública a la luz del día? Y es que leo sin cesar comentarios de cibernautas masculinos que se quejan de su vulnerabilidad, pero ¿Qué hacen al respecto? Yo no veo que marchen, protesten o sean noticia por responderle o decir ¡NO! a quien los incomoda o maltrata.


3) ¡Qué ingenioso que graben las piernas y nalgas de las mujeres para un sitio web! Pareciera que el acoso es una competencia, en la que obviamente para muchos hombres la mujer no puede ganar. Ahora el molestar a una desconocida en la calle requiere de “habilidad”, “inteligencia” y “gracia”. Como mujer no basta con elegir lo que llevarás a la calle, sino que debes PROTEGERTE al subir escaleras, CUIDARTE el trasero si te agachas porque no falta el cobarde que lo toca con su mano, simplemente debes estar lista para APOYARTE y DEFENDERTE (verbos reflexivos). No nos queda de otra: Contar con habilidad para defendernos a mordidas y golpes si quieren violarnos; ser más inteligente que el que desea acabar con tu vida y tomar con seriedad el asunto porque nos están matando. 


La próxima vez que desprecies a una mujer porque ella acepta que agradeció un halago de un atractivo desconocido, te invito a reflexionar: Hay hombres que desprecian a una mujer hasta matarla. No importa cómo una mujer muestre su gratitud a un extraño (con un beso, una caricia o una palabra) ¡¡ELLAS NO MATAN!! 


CRÓNICA: UN DÍA TRÁJIJIJICO


Por Elena Morado

@Elena6Morado

Mejor no hubiera salido de casa. Sin embargo, las ganas de sentirse sola por primera vez le ocasionaban insomnio debido a la ansiedad, pues ¿Qué hay de aterrador que una mujer viaje sola? No iría tan lejos.

Desde hace 3 días las maletas estaban hechas, bien cerradas y puestas en la entrada de la casa. La reservación del hotel confirmada hace una semana y el itinerario muy bien elaborado: sitios para bailar, beber y charlar con hombres atractivos ¡¡Un viaje de locura!!  Sin embargo, no estaba dentro de sus planes las siguientes anécdotas, de las cuales, afortunadamente, sobrevivió.

Primero: Rumbo a su destino turístico, nuestra protagonista recibe una llamada telefónica del hotel:
Voz telefónica: - Señorita, no podrá alojarse los 3 días; sólo 2. Ya que no tendremos agua, pero con gusto podremos recomendarle otro hotel.

Víctima: -Está bien. Gracias por avisarme. Nos vemos en un par de horas.

La víctima llega a las 6 al hotel. Toca la puerta, pero no abren; llama por teléfono, y no obtiene respuesta. Pasan cerca de 15 minutos y, afortunadamente, la responsable del hotel la miró desde la cámara de seguridad y se percató de que era un huésped. Un caso de suerte, antes que de anocheciera en un sitio desconocido.



Segundo: La mujer, víctima de la desdicha, sale en plena oscuridad en búsqueda de alimentos para cenar y, al día siguiente desayunar. Camina con precaución al cruzar la calle, pues los autos son rápidos y las calles oscuras. Se siente a salvo al cruzar y llegar a la banqueta, pero hay una cadena que ella no ha visto y con la cual tropieza. Fue una caída en la que, la víctima, sólo pensó: ¡Ya viene el dolor! (Mientras veía que su rostro se iba a la desdicha). ¿El resultado? Una fractura dental, sangre en mejillas, boca y rodillas. Además, de una hinchazón que simulaba la introducción de colágeno con jeringa.

Tercero: Ella, muy crédula, pensó que de vuelta al hotel estaría segura porque bastaría con limpiarse la herida y respirar profundo para empezar un nuevo día (¡Qué optimista!). Alguien la incomodaría hasta provocarle insomnio y unas ganas tremendas de gritar a los 4 vientos ¡¡¡SOCORRO!!! Resulta, al momento de ser despedida del hotel, se muda en una segunda opción en donde las cucarachas grandes y ruidosas eran las huéspedes con más antigüedad y con mayores privilegios porque estaban en la cama, lavabo, entre las sábanas y almohadas ¡SIN PAGAR!

Cuarto: Creo que no era mi día: Un día antes de partir de Cuernavaca, al despertar y creer que un nuevo día trae nuevos momentos (¡A empezar de cero!) levanto la cabeza y hay un día soleado con una brisa satisfactoria, me siento tan liviana que dejo caer mi cuerpo como señal de despreocupación y ¡PUM! La cabecera es de piedra ¡Recibí tremendo golpe! Parecía lobo aullando (y no precisamente a la luna); sino a las estrellas bailarinas alrededor de mí por el tremendo porrazo. Ansiosa de llegar a mi casa (esa no me tratará mal o, al menos, tendré menos probabilidad de herirme porque conozco todos los rincones), abordo el autobús que me llevará a mi destino. Al tomar asiento decido escapar de la arriesgada realidad en la pantalla con un entretenido juego de cartas táctil (Solitario). Molesta por no ganar (Es que la mayoría de sucesos de mi viaje me dejaron frustrada) ¡¡¡CÓMO ES POSIBLE NO GANAR CUANDO SE COMPITE CON UNA MÁQUINA!! Más enojada que divertida, pasa una hora de paseo sobre rudas y los mareos surgen: ¿Yo mareada? ¿Yo con náuseas? ¡¡UNA BOLSA, POR FAVOR!! Lo que faltaba, por fortuna, me concentro en el deseo de poner los pies en mi tierra y las náuseas se van: falta poco para llegar, estaré a salvo, quiero llegar a mi cama.


Quinto: Después de recorrer la ciudad con tráfico, vendedores de dulces en los camiones y brazos cansados de cargar maletas ¡He llegado a casa! Pero… ¡¡EN MI MALETA VIAJÓ UNA CUCARACHA Y ESTÁ EN MI CASA!! Ella era tan imponente, con una grandeza fuera de lo normal, con sus antenas y alas que fue uno de los recuerdos que pude traerme de Cuernavaca (el único que se mueve). Mañana será otro día… ideal para acudir al dentista y encargarme de la cucaracha (primero uno, luego la otra). 



Recordemos que los hechos (o deshechos) fueron expuestos en orden cronológico, no de manera aleatoria ni de peor a mejor. ¿Usted en que cree que terminó todo esto? Deje sus deseos y suposiciones en los comentarios. 

Gracias por leerme, y un consejo: Siempre revise sus maletas.





HISTORIAS MUSICALIZADAS QUE SE NARRAN CON RITMO PARTE 1

  Por Elena Morado. Cuántas veces no tarareamos canciones e imitamos la voz de nuestro cantante favorito porque encontramos algo contagios...