Por Elena Morado
@Elena6Morado
Es bien conocido y usado el acoso
u hostigamiento a la mujer (no hablaré de ello) sino de las respuestas que han
surgido en mí a partir de comentarios de cibernautas masculinos que se han
popularizado por el hecho de obtener cientos de “Me gusta” en Facebook. Y es
que, la mayoría de quienes justifican y minimizan el acoso lo hacen desde su
masculinidad (imaginando o fingiendo ser la víctima, pero muy pocas y contadas
veces lo han vivido). Recordemos que las féminas (siendo aún niñas) lo
padecemos a diario con vestido, pijama, pantalón, con o sin maquillaje, en
temporadas de frío o calor, de noche o de día, solas o acompañadas ¡¡En todo
momento!! Incluso, ya con tanto miedo e incomodidad encima (no es costumbre),
nos anticipamos: Este vestido no podré usarlo hoy porque pasaré por donde hay
montones de viejos que me molestarán, no podré vestir pantalones cortos, aunque
tenga mucho calor, porque mis piernas estarán al descubierto y seré invadida
por decenas de desconocidos que me abordarán con señalamientos hacia mi cuerpo.
Es por ello que decidí argumentar
algunos de los comentarios más absurdos, injustos y populares que he leído ¿Los
autores? Usuarios de Facebook en videos sobre víctimas de acoso sexual en cualquier
parte del planeta. Empecemos:
1) Las mujeres se quejan del acoso de los feos porque si viene de un
hombre guapo ellas le llaman “halago”: Este comentario es tan injusto sobre
todo porque considera a la mujer a ser obligada a no decidir si desea o no
continuar con aquel incómodo momento. Y es que los hombres acosadores son los
únicos que creen que tienen derecho a elegir (deciden molestar a quien les parece
atractivas y les gusta ¿no?) ¿Por qué la mujer no puede decidir si quiere
agradecer o no a quien tuvo la iniciativa de llamar su atención?
Debo agregar que, la mayoría de
acosadores, son tan cobardes que cuando te dicen algo lo hacen rápido para
después ocultarse ¿En qué momento podríamos ver las mujeres si éste “valiente
caballero” es guapo o feo? Creo que nunca.
Reafirmo los hombres acosan a
cualquier mujer sin importar cómo vaya vestida, su posición económica o edad
(Pareciera que los acosadores no tienen control de calidad ¿Por qué les molesta
a éstos que las mujeres sí podamos seleccionar a quien nos gusta y a quien no? Y
es que ahora hasta somos culpables de disminuir su autoestima. Otra vez les
aterra que la mujer tome el control de la situación, siendo que para nosotras
no habría algo erróneo en coquetear con un guapo (Después de tantas injusticias
y humillaciones que padecemos) ¿Qué hay de malo que quiera corresponderle a un
hombre que me gusta’ Finalmente, él tuvo la iniciativa de hablarme ¿O no?
2) Si a todas las mujeres “molestamos” deberían estar agradecidas: Tan
sólo quienes defienden o justifican el acoso deberían hacer memoria ¿Cuántas
veces UNA MUJER los ha incomodado? ¿Cuándo UNA MUJER les ha faltado al respeto?
Seguramente no es a diario, seguramente se reduce al sustantivo “MUJER” (¡sí,
en singular!); mientras que nosotras los señalamos en plural: ACOSADORES. ¿Cuántas
denuncias hay como evidencia de que las mujeres vamos más allá del acoso?
¿Cuántas mujeres han violado a un hombre? ¿Cuántas chicas han bajado los
pantalones a un chico mientras camina en una zona pública a la luz del día? Y
es que leo sin cesar comentarios de cibernautas masculinos que se quejan de su
vulnerabilidad, pero ¿Qué hacen al respecto? Yo no veo que marchen, protesten o
sean noticia por responderle o decir ¡NO! a quien los incomoda o maltrata.
3) ¡Qué ingenioso que graben las piernas y nalgas de las mujeres para
un sitio web! Pareciera que el acoso es una competencia, en la que
obviamente para muchos hombres la mujer no puede ganar. Ahora el molestar a una
desconocida en la calle requiere de “habilidad”, “inteligencia” y “gracia”. Como
mujer no basta con elegir lo que llevarás a la calle, sino que debes PROTEGERTE
al subir escaleras, CUIDARTE el trasero si te agachas porque no falta el
cobarde que lo toca con su mano, simplemente debes estar lista para APOYARTE y
DEFENDERTE (verbos reflexivos). No nos queda de otra: Contar con habilidad para
defendernos a mordidas y golpes si quieren violarnos; ser más inteligente que
el que desea acabar con tu vida y tomar con seriedad el asunto porque nos están
matando.
La próxima vez que desprecies a
una mujer porque ella acepta que agradeció un halago de un atractivo desconocido, te
invito a reflexionar: Hay hombres que desprecian a una mujer hasta matarla. No
importa cómo una mujer muestre su gratitud a un extraño (con un beso, una
caricia o una palabra) ¡¡ELLAS NO MATAN!!