domingo, 7 de julio de 2019

FALSA IDEA: LOS NIÑOS Y NIÑAS DEBEN TENER ANIMALES DE COMPAÑÍA PARA QUE SEAN RESPONSABLES

Por Elena Morado

@Elena6Morado

Son incontables las veces que he oído, por expertos e inexpertos en el tema de desarrollo infantil, la falsa idea acerca de que los infantes deben tener animales de compañía a su cargo para que sean responsables. Y lo admito: Me enfurece la difusión y aceptación de dicha falacia.

Sin embargo, debo anotar mis razones por las que la idea sobre dar “mascotas” a niños para hacerlos responsables me parece desatinada e irresponsable por quien la emite. En este caso, baso mi opinión de acuerdo a la entrevista que transmitió en televisión la casa productora TV Azteca al especialista en desarrollo infantil, Doctor Antonio Rizolli. Dicho segmento del programa podrán hallarlo en el sig. enlace: 

https://www.facebook.com/AztecaNoticias/videos/319143085693842/UzpfSTE2MjQ3NDQ5OTQ6MTAyMTc1MzIwNzU4NDY4MjM/?comment_id=10217535791979724&notif_id=1562421713621276&notif_t=feedback_reaction_generic


Rizolli asevera:

1)       “2 grandes problemas que tenemos hoy con los niños son: 1) El que sean responsables de sí mismos; la otra es que entiendan cuál es su rol y su papel, y entiendan que hay alguien más aparte de ellos (en especial si son hijos únicos). Para ello puede ser una gran idea tener mascotas”.

Para integrar un animalito debemos pasar por un proceso, una reflexión para ser honestos con nosotros. Son pasos, no decisiones impulsivas como: Hoy me desperté con ganas de darle a mi hijo un perro porque él no es responsable. No termino de entender por qué le exigimos a los menores de edad ser responsables, es más nos preocupamos si no llegan a asumir la responsabilidad entera en su persona y, sinceramente, es preocupante porque no la obtendremos: Las emociones, valores y hábitos están en desarrollo. Lo mismo sucede con padres y madres de familia que se preocupan porque su hijo no es juguetón o no es lo suficientemente alegre. Sucede que todo este cúmulo de aprendizajes está en un proceso de exploración que el menor descubre, inventa y reinventa. Una cosa es ayudar a los niños con los que convivimos a que desarrollen la responsabilidad el hábito de tender su cama desde temprano ¿Cómo les ayudo? Haciéndolo yo como adulto con mi cama porque los niños y niñas también aprenden por imitación (habrá tropiezos porque la responsabilidad no la obtendrán en su totalidad, sino que se definirá y trabajará por la paciencia y perseverancia del adulto).  Así que habría que preguntarnos como familia: Si mi hijo aún no tiende su cama, no prepara sus útiles escolares o no lo quiere hacer ¿Estoy listo para integrar un perro o gato? Yo creo que no.

2)        Con una mascota aprendo (refiriéndose a los niños) que no toda la atención puede ser para mí y que tengo que tomar en cuenta cómo se siente (refiriéndose a la mascota)”

Ahora, el especialista, hace hincapié en la importancia de que los menores de edad reconozcan que no son únicos en su familia.  Mal consejo señalar que esa es otra razón para darles un animal de compañía ¿Por qué? Porque si queremos despertar en los pequeños la consideración del otro, trabajemos la empatía y la solidaridad ¿Cómo? Vayamos de fin de semana a un albergue canino en donde se refugia a animales que sufrieron maltrato y abandono, y será una excelente oportunidad para sensibilizar a la familia ayudando a quien lo necesita. Me parece más atinado porque no cargamos con una responsabilidad de más de 10 años, sino que trabajamos el hábito de, al menos una vez al mes, de limpiar los pisos de una habitación que no es mía, donar alimento, bañar a otro, caminar y regalar tiempo. Es una buena manera para experimentar (sin probar con el animalito en sí) si todos los de mi familia somos responsables y podemos asumir dicha costumbre.

3)       “Las mascotas no son juguetes; es decir no lo voy a poner para que el niño o la niña haga lo que quiera con ellas”.

Me pareció muy desatinado que una entrevista de, no más de 10 minutos, abarquen un tema tan delicado. Es una forma irresponsable de hacerlo porque, estoy segura que Rizolli no tuvo la intención de quedarnos con la idea de dar animales a diestra y siniestra cuando un niño te lo pide; sin embargo, sus aclaraciones se vuelven confusas y desinformadas. Lo ideal hubiera sido invitar también a un rescatista de animales domésticos o a un etólogo para que abundara en las responsabilidades que la familia asume si desean integrar a un perro o gato porque, en definitiva, la primera pregunta que hace un rescatista a una familia interesada en adoptar es ¿Todos los integrantes están de acuerdo? Si es negativa, no son aptos para adoptar ¿Por qué? Porque los animales son seres vivos, no cosas ni regalos; así que TODOS deben asumir la responsabilidad de cuidarlo, protegerlo, sanarlo, aunque haya peleas, separaciones, divorcios o malos entendidos que afecten a la familia para no quedar en desamparo.


El conductor, Jorge Zarza, cuestiona ¿Cuál es la ideal según los médicos?

¿Médicos recomendando razas de animales para acompañar a los niños? ¿Y los etólogos y los protectores y rescatistas de animales qué opinan? Ya es bien sabido que las razas de animales se definen por energías (tomando en cuenta también a los callejeros). Me pareció acertado que la conductora Vaitiare Mateos interviniera y hablará de la adopción en lugar de la compra, sino lo hubiera hecho, creo que hubiera sido un dato olvidado; ya que se hablaba mucho de “dar” (así como se dan las cosas).

Percibí que el especialista se hallaba nervioso e incapaz de contestar a las preguntas, a mi parecer no dominaba el tema. No lo culpo, pero es que hablar de temas que implican animales para acompañar a los niños como una forma de hacerlos responsables no es su ámbito. Rizolli tartamudea, sus movimientos en manos son torpes y su habla tropieza una y otra vez. Puedo asegurar que no estaba preparado para las dudas que se hicieron en el estudio.

4)       Digamos: “El pez beta fallece en la noche, al otro día le dices: ¡Ah, no está! Le estamos cambiando el agua. Consigues uno similar y se lo pones: ¡Ay, está más grande o se encogió! El objetivo es que el niño sienta que hay algo ahí, y no añada una pérdida adicional”.

Uno de los errores más comunes que he escuchado y es llevado a cabo por los adultos: Mentir. Y es que menospreciamos la inteligencia del otro ¿Por qué no confiamos en los niños y niñas? ¿Por qué tememos hablarles con la verdad? ¿Por qué creemos que no son capaces de hablar y aceptar que todos morimos? Si seguimos ocultándolo, la importancia y cuidado de la vida seguirá en el olvido. Centenas de casos protagonizan la muerte de animales por descuidos, accidentes y por voluntad de los humanos (menores de edad y adultos que torturan y matan animales por diversión y placer).
Queremos que los niños y niñas sean responsables, pero los adultos no los somos al no responsabilizarnos de iniciar una plática sobre el deceso, y al no informarnos sobre el tema de la muerte (habiendo montones de títulos literarios para infantes sobre el tema). Lo propio sería, si el tema nos incomoda o nos sentimos in y hemos pasado por un hecho desafortunado de esta índole, recurramos a terapia familia ¿Por qué obligamos y responsabilizamos a los animales a resolver duelos internos, propios de los humanos?



5)       “Los peces pueden ser una buena idea para los niños a partir de los 4 años en adelante para estarlos viendo, las burbujas relajan”

¿En serio? Es terrible estar a favor de secuestrar animales para encerrarlos en un sitio que nada se asemeja a su hábitat natural sólo por el mero capricho de beneficiarnos con su estrés y agonía por no estar con los suyos ¿Será posible relajarnos viendo a otro pasar el resto de su “vida” atrapado en una pecera sin poder escapar? A menos que ignoremos que estos animales son infelices y viven menos años al apropiarnos de ellos como “mascotas”, entonces sí podremos relajarnos. Hay una contradicción tremenda cuando el especialista Rizolli habla de mostrar a los infantes que los animales comparten las mismas necesidades de atención ¿La única forma de evidenciarlo es capturar a alguien que quería seguir viviendo en el mar y recorriéndolo a distancias inimaginables? Es absurdo.

Si queremos verdaderos momentos de relajación para nuestr@s hij@s, hay muchas otras formas más saludables, certeras y, desde luego que no implican maltrato a los animales. Por ejemplo: Sesiones de 10 minutos de lectura en voz alta de cuentos de relajación para niños, niñas y adolescentes; tejer, colorear un mandala, observar por la ventana mientras se toma una bebida (recomendable un té), escuchar música de relajación, meditar sobre un zafu y hasta conversar sobre nuestras dudas existenciales.



6)       “Cuando ya un niño camina, come y habla” ya puede hacerse cargo de una mascota para ampliar responsabilidades. Yo lo hago, pero tú lo haces conmigo".

Reitero: Como adulto tengo que ser muy honesto y capaz de saber que el perro o gato que yo decida hacer parte de mi familia, los adultos seremos los responsables de su bienestar porque la mayoría de veces, sobre todo para un infante tan pequeño, se negará a hacerse cargo del animal, y éste no puede quedarse sin comer, sin pasear, sin atención veterinaria, sin ser bañado ¿Quién lo hará? Los adultos de la familia. Si no estamos convencidos de tomar la responsabilidad completamente (aceptando que el infante será un apoyo), mejor optemos por procrastinar la decisión de adoptar un perro o gato porque no podemos experimentar con una vida; ya que en muchos casos, dichos animales terminan en la calle o hasta en las perreras (llevamos por sus familias) aún sabiendo que los sacrificarán con una muerte lenta y dolorosa.

2)       “Tener una mascota, para adolescentes, es una buena motivación para salir a caminar, salir a pasear y no estás pegado a la tecnología”.

No debemos olvidar que los infantes necesitan ser atendidos y si queremos que olvide por un momento la tecnología (me refiero al uso del celular), lo ideal es ofrecerle algo más atractivo, bello y trascendente (no la obligación de cuidar a otro ser vivo). La mayoría de las veces, decidimos soluciones rápidas en las que la responsabilidad no recae en nosotr@s porque ello implica estudiar, ensayar, equivocarnos y frustrarnos (y esto me gusta porque los incomodados seremos nosotr@s, no un tercero). Así que la mejor forma de contagiar conocimiento, valores y hábitos con niños y niñas es interactuar con ellos; si les damos un animal de compañía el contacto con los adultos seguirá siendo escaso.

¿Y qué hubo de bueno para los animales en la entrevista?

Muchas aseveraciones, pero lamentablemente poco justificadas e informadas. El especialista también reafirmó la importancia de la de adopción de animales que buscan una segunda oportunidad. Añadió que los animales tienen instintos y que no atacan por maldad, sino para defenderse (sobre todo cuando reciben muchos e insistentes estímulos que lo hartarán y responderá con agresividad). Recomendó: Si tu hijo quiere y respeta a los demás, el tener un perro es una buena decisión.  

Además, señaló que si deseamos un integrante más en nuestro hogar hay que preguntarnos ¿Por qué lo queremos? ¿Qué necesitamos que nos hace desear un perro o gato? También, vagamente, declaró que los adultos supervisarán que los menores de edad hagan lo que les toca como: recoger las heces, limpiar la zona del animal, pasearlo o bañarlo. Yo añado: Prepárate cuando el niño o niño no lo quiera hacer, se le olvidé o no pueda ¡Tú lo tendrás que hacer!

Mis conclusiones

No estoy en contra de que tengas un animal de compañía, de hecho, a los animales les beneficia que sean adoptados porque se vaciará un lugar en un albergue, no habrá un animalito más sufriendo en la calle el abandono o maltrato y tendrá un techo y familia. Lo que hay que destacar es la idea errónea de obligar a los infantes a responsabilizarse de otro ser vivo que necesita la misma atención, cariño y cuidado que él. Simplemente, empecemos por asumir nosotr@s la responsabilidad de lo que decimos y hacemos. Me preocupa mucho que Rizolli esté manifestando estas 7 aseveraciones que enumeré en su consultorio con sus clientes. Ojalá se tome el tiempo (del cual no dispuso en el noticiario) para informar a grandes rasgos sobre las ventajas y desventajas de integrar animales de compañía. Yo lo invitaría a sólo considerar perros y gatos; el resto de animales debe disfrutar de su libertad. 



¿Por qué me tomo tan en serio este tema? Porque, la mayoría, desconocemos cómo viven los animales y cómo los condenamos a vidas tristes y solitarias. Te invito a revisar la siguiente nota informativa porque los animales callejeros no pertenecen ni aparecieron en las calles o albergues por arte de magia (si bien les va, algunos están en albergues donde la capacidad de refugiados se ve sobrepasada). Están ahí por dueños irresponsables e insensibles que decidieron abandonarlos porque dejaron de ser cachorros, porque mordieron o hicieron travesuras, y porque consintieron a niños pequeños (habrá que reflexionar: Si mi hij@ quiere un perro o gato ¿Qué busca o quiere realmente? ¿Quiere cuidar a alguien o quiere atención y por eso insistente con obtener un animal?). No dudo en que los menores de edad sean hábiles para amar y cuidar a otro, pero su responsabilidad está en desarrollo y no lo obtendrán con una vida delicada y tan exigente como un animal de compañía. 


 Por eso debemos tomarnos muy, muy en serio tener otra vida a la cual cuidar por mucho tiempo.


HISTORIAS MUSICALIZADAS QUE SE NARRAN CON RITMO PARTE 1

  Por Elena Morado. Cuántas veces no tarareamos canciones e imitamos la voz de nuestro cantante favorito porque encontramos algo contagios...