jueves, 1 de abril de 2010

OPINIÓN: EL ZOO DE CHAPULTEPEC SUBESTIMA A LOS ANIMALES.

por Elena Morado

@Elena6Morado

a) Fotografía tomada en el Zoológico de Chapultepec. 

Cómo puede ser que seres tan inteligentes, sociables, limpios, curiosos e independientes estén condenados a pasar las 24 horas y los 365 días del año en pequeñísimas vitrinas que simula ser el territorio en el que ellos fueron felices. Acompañados de ridículas hamacas y juegos infantiles, los animales del zoológico de Chapultepec no tienen otra alternativa: morir de tristeza, de soledad, de aburrimiento, de ser y ver lo mismo...de que la vida pasa y los visitantes también.

Las personas no tienen consideración y jamás se pondrán en su lugar, pues los comentarios son obvios, fuertes y claros: ¡Pinche animal güevón! ¿Qué es eso? ¡Qué vida lleva el cabrón! Ni veo al animal ¿Dónde está? o ¡Bah! Es un tigre Cuando es más que eso, es un animal ágil y astuto que le encanta nadar y cazar; lo contradictorio es que su estanque permanece sin agua, sucio, y con una gran pelota.

Es una pena, una tristeza, una contradicción: Zoológico incompetente. A costa de un falso aprendizaje, hemos encarcelado a seres vivos. Hemos humillado a animales hermosos tras barrotes y barrancas, como si ellos fueran los salvajes, los castigados.


Y seguimos creyendo que el mundo nos pertenece cuando en realidad lo compartimos con otros: Un joven guía del zoológico sostiene: "Las cucarachas son el alimento del futuro". Yo pienso ¿En verdad? Yo dudo mucho a que el futuro llegue para los humanos, los pensantes, los que están en su pedestal presumiendo su inteligencia. Para mí el presente y el futuro es la extinción, la ridiculez y el menosprecio a seres tan bellos y sensatos como los animales no humanos, pues ¿cómo deleitar la mirada con un par de osos panda disecados? Seguramente, pronto veremos a más especies así y no tendremos otra opción, más que fingir que estamos aprendiendo con letreritos insignificantes en mal estado, con información contradictoria y banal acompañada de los patrocinadores más insensibles, egoístas, contaminantes y esclavizantes del planeta.

Ojalá no sea tarde para arrepentirnos, tocarnos el corazón y entender el mensaje cuando los animales nos dan la espalda o nos enseñan el trasero como un rechazo a su esclavitud y su descuido. Pues no nos hemos fijado que el animal no nos quiere, nos empuja, no nos tolera, le disgusta nuestra presencia y por eso nos muestra lo desechables, inútiles e ignorantes que somos en nuestro lugar, pues nosotros lo construimos: cárcel. El zoológico subestima a todos los animales, a ellos por condenarlos a la vida monótona y a nosotros por vendernos aquella idea de que los letreros, la liberación de mariposas y el asombro de ver a una víbora en una vitrina es asombroso, es educativo y es como deben de ser las cosas.



Jamás olvidaré los ojos cerrados del mono araña, la zoonosis del oso de anteojos y la siesta eterna del mapache. Jamás olvidaré la tristeza y la melancolía de este lugar: algodones de colores, gente feliz alimentando a las ardillas con comida chatarra y despreciando a la rata sucia que vaga por los árboles. Jamás olvidaré esa contradicción de las personas: amar a los encarcelados, comerse a los que saben rico y mimar a los de su especie.

Mira aquí un video de mi canal Juegos de Lectura, en el cual te propongo una alternativa literaria para ayudar a los animales: 



Finalmente, los animales dicen ¡Basta! quieren sus praderas, sus charcos, sus ríos, sus flores, su comida, su manada ¡su vida y su muerte digna ¡¡EN LIBERTAD!!

HISTORIAS MUSICALIZADAS QUE SE NARRAN CON RITMO PARTE 1

  Por Elena Morado. Cuántas veces no tarareamos canciones e imitamos la voz de nuestro cantante favorito porque encontramos algo contagios...