domingo, 13 de agosto de 2017

CUENTO: FIDELIDAD Y VENERACIÓN

Por Elena Morado

@Elena6Morado

Mira cómo la observa sin detenimiento. Le da todo. Ella lo tiene a sus pies, ya que siempre llega puntual a lo que parece ser una cita, pues siempre es en la misma hora y lugar. Cuando se encuentran, no hay quien los separe. Pueden pasar horas y horas de entretenimiento y desprenderse de la realidad. Es una escena muy conmovedora: Él lee cree absolutamente todo. Si un día ella faltara ¿Qué sería de él? Seguramente se aburriría y la extrañaría.

Él es un hombre con un cuerpo grande y obeso, al que le gusta la comodidad, la rutina y las noches de soledad si se trata de estar con ella. Le da tanto placer, las pupilas se le dilatan y se emociona en las partes más intensas con gritos y saltos. Quizá esta relación sea perfecta porque hay 2 sujetos: activo y pasivo.



Es una relación predecible, de apego y llena de emociones. Ella lo ha visto llorar, enfurecerse, desvelarse, desayunar, maldecir y hasta masturbarse. Ella sabe todo de él que si tan sólo estuviera viva pondría en peligro la intimidad y secretos más ocultos de Roberto, el vecino más reservado del edificio.



Ella es atractiva, sobre todo en las noches, porque ilumina la habitación de Roberto con luces e imágenes. En ella desfilan famosas con vestidos muy costosos, los rostros varoniles más bellos y también sucesos despreciables como detenciones de ladrones y películas en las que la sangre es la protagonista. También aparece la flexibilidad de los bailarines, los debates políticos más controvertidos y las óperas más exitosas; pero a Roberto eso no le interesa. En ella puedes ver todo y tener nada.



En esta noche yo observo a Roberto ver su maldita televisión. Me gusta mirarlo con detenimiento desde mi ventana. Ya conozco sus programas y canales favoritos. Hace una semana, tuve la loca idea de saludarlo y llevarlo conmigo a la cama de mi apartamento, pero me da tanta vergüenza que prefiero espiarlo mientras me entretengo con mi celular.


FIN

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