Por Elena Morado
@Elena6Morado
Existió una vez, una simpática marquita y era agradable
porque la gente la consideraba un punto de referencia. Decían: - Para llegar a mi
casa, debes pasar por “la marquita negra”. o - Para tomar el autobús del norte,
párate en “la marquita negra”. Hasta que un día, la marquita sufrió un cambio, pues como muchos la usaban de referencia para llegar a sus destinos, empezó a tener una modificación, una profundidad, un hueco… A la marquita la gente no la veía ni la encontraba.
Finalmente, la gente seguía usando referencias y ahora decían: - Si quieres tomar el autobús del norte, justamente pasa en donde estaba “la marquita”, pero como ya era inexistente todo mundo se perdía y llegaba a sitios a donde no quería ir, pues cada que quien se paraba en donde pensaba estaba la dichosa “marquita negra”.
FIN
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