domingo, 17 de julio de 2011

CUENTO: CÓMO INSENSIBILIZAR A UN NIÑO

Por Elena Morado. 

@Elena6Morado

Llegan de la mano abuelo y nieto. El primero, aficionado taurino desde que su padre lo llevaba a las corridas; el segundo, posible aficionado taurino porque así lo quiere la familia para conservar la tradición. El abuelo camina erguido, saluda a los conocidos estrechándoles la mano mientras fuma un puro; el niño, pequeño, como de unos 10 años, no se separa de su abuelo porque espera con ansia la sorpresa que éste le tiene preparada, pues le prometió: Te gustará tanto que esta no será la única vez que me acompañes.

Después de saludar, escoger lugar y cerciorarse de comprar las botanas y cerveza necesaria; el abuelo sonrió, pues la batalla entre un toro y un hombre con traje de luces ha empezado. La primera vez que se ve a un animal grande e imponente es atractiva para el niño. Sin embargo, la escena dolorosa comienza: la primera banderilla atraviesa al toro y la sangre brota en la arena; el toro gime de dolor y agoniza; por otro lado,los aficionados aplauden, se excitan y vibran de emoción; pero el niño se atemoriza y no entiende. Se cubre los ojos con las manos y apoya al toro: - ¡vamos, negrito, hazte el muerto para que no te lastime! ¡hazlo, hazlo, negro! – a punto de brotarle las lágrimas de los ojos. Entonces, el abuelo suavemente le quita las manitas de la cara y le dice con voz grave -No, no hijo, el negro es el malo, es como el diablo ¡Mira sus cuernos! El menor sólo asiente con la cabeza a las sabias palabras de su abuelo, mientras el capote del torero se agita en el viento y la sangre del animal se confunde y se pierde a la vez con los gritos, silbidos y aceptación de los taurinos.

Ha pasado el tiempo, el pequeño nieto ahora es un incipiente aficionado más; ya no siente compasión por el toro, ahora se relaja y disfruta del evento. Actualmente, sólo grita ¡Oléee! con una voz y pasión que le inculcó su abuelo, el más venerado de la familia quien lo toma de los hombros y le dice: -¡Bienvenido a la tauromaquia! La próxima vez será aún mejor.

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